Sexta etapa -----Undués de Lerda a Sangüesa ----Lunes 19/08 -----10 kms. ------2.40 hrs.
Etapa muy corta , como de descanso. Temprano, nos despedimos nuevamente de Adriana, cuya meta era llegar a Monreal , distante 37 kms. , meta difícil en esta orografía un tanto complicada , pero no lo quedaba otra opción , ya que disponía de solo dos días para finalizar el Camino.
Desayunamos en el albergue e iniciamos la etapa a las 7.30, detrás de la peregrina catalana , por un camino pedregoso en descenso, que discurre entre altos matorrales. Luego continuamos por una senda estrecha bordeada de zarzamoras. A 3.4 kms de Undués se encuentra el límite entre Aragón y Navarra , allí se ubica un panel informativo y un monolito. Al ser una etapa corta , teníamos la idea de desviarnos para conocer el Castillo de San Javier, lo que alarga la etapa en tres kilómetros , pero no logramos ver la señalización del desvío.
Luego transitamos por pistas agrícolas con hermosos girasoles en flor. Poco antes de llegar a Sangüesa vimos en el portón de una casa, un simpático cartel , donde se representa al Camino Aragonés con un peregrino subiendo una empinada cuesta, debajo el clásico saludo "Buen Camino".
Llegamos a Sangüesa ( población de 13000 habitantes ) a las 10 de la mañana , fué una etapa corta y cómoda . Nos sentamos en el portal del Albergue Municipal, dentro se encontraba la hospitalera haciendo tareas de limpieza. Al escucharnos , amablemente nos permitió ingresar , a pesar que la apertura es a las 12 horas. El albergue que tiene muy buenos comentarios , tiene un costo de solo 5 euros , dispone de 14 plazas en camas bajas y alguna cucheta, en un único dormitorio en la planta alta. En la planta baja se ubican el comedor, la cocina bien equipada y los baños , también dispone de patio con tendederos. Elegimos camas cercanas a las ventanas , nos duchamos y nos abastecimos en el cercano supermercado COVIRAN, donde compramos : callos , garbanzos , tortilla de patatas , torta helada , masas , refresco y tinto de verano , gastando unos 20 euros . Al regreso de las compras almorzamos los callos con garbanzos y torta helada de postre .
Luego de un corto descanso salimos a recorrer la población . Teníamos especial interés en conocer el " Museo Casa Jenaro", hacia allí fuimos . Tocamos timbre y nos atendió de inmediato el entusiasta Jenaro , quien nos fue mostrando su Museo Etnográfico . El mismo nos transportó como en una máquina del tiempo a nuestra infancia, ya que en los cinco pisos que lo conforman se recrean las habitaciónes de una antigua casa : dormitorio , cocina con ladeira y comedor . Aparte tiene cuartos muy completos destinados a todos los oficios y negocios ( incluso con antiguas maquinas en funcionamiento) : carpintería , zapatería , mercería , tienda de juguetes , almacén , bar , peluquería , salón de clases , galpón agrícola , incluso una pequeña capilla que incluye un torno de venta de las Hermanas de Clausura . Jenaro nos permitió utilizar el cardador de los colchoneros y en la sala de música escuchamos un disco en la antigua rocola , que funciona con una ficha y disfrutamos sus dotes de guitarrista , bailarín y cantor . Jenaro con sus 80 años es un personaje multifacético , además de coleccionista de antigüedades ( de todo lleva detallado registro y además en Pamplona tiene un galpón con antigüedades que no entran en su museo) es un excelente anfitrión , cantante , bailarín y atleta . Fue un destacado maratonista y aún hoy corre varios kilómetros diarios . Luego de tres horas de visita , nos despedimos de Jenaro y su museo , a quienes recordaremos por siempre y recomendamos a todos los que pasen por allí , que le hagan una visita , no quedarán defraudados .
Luego admiramos la fachada de la Iglesia de San Salvador ( cerrada) , visitamos la Iglesia de Santiago y la impresionante Iglesia de Santa Maria la Real . Finalmente llegamos al puente sobre el río Aragón , por el que pasaríamos al otro dia al amanecer.
Al regresar al albergue nos encontramos con cuatro peregrinos : Alejandra , Benjamín , Juan Carlos y Mateo. Con el joven Mateo conversamos mucho , ya que al enterarse que somos uruguayos , se declaró admirador del llamado " Milagro de los Andes". Cenamos todos juntos en el comedor del Albergue , dónde Alejandra nos invitó con exquisitas verduras salteadas y nosotros compartimos el postre . Luego nos dispusimos a descansar y nos dormimos escuchando los sonoros ronquidos de un peregrino , que sabiéndose roncador se ubicó en el otro extremo del dormitorio.
Camino entre zarzamoras
Entramos en Navarra
Cepillando calzado en el dormitorio del albergue
Jenaro y sus explicaciones
Calle de Sangüesa en la tarde
Iglesia de Santa Maria la Real
Ultima foto del río Aragón













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