Cuarta etapa ----Arrés a Artieda ---sábado 17/08----18.400 metros -----6 horas
Juan nos preparó un buen desayuno a las 7.30 hrs. : café con leche , jugo de frutas , madalenas y medias lunas con mermelada. Nos despedimos allí del amable y conversador hospitalero así como de los hermanos alemanes , quienes seguirían caminando hasta Ruesta . Partimos a la hora 8 , aunque hubiéramos preferido haber comenzado la etapa mas temprano, los demás peregrinos partieron mas tarde.
Comenzamos la etapa por una senda rocosa , muy estrecha y en descenso muy acentuado , que habíamos identificado desde lo alto , al atardecer , la misma desemboca en una carretera y se continúa con senderos bordeados de curiosas formaciones grises de arenisca , erosionadas por la lluvia y el viento . Por aquí paramos para que Carlos se pusiera tiritas adhesivas en el dorso de un pie , que dolía y parecía querer ampollarse. Luego con el sol a pleno , transitamos por sendas cerealeras, posteriormente por otras bordeadas de arbustos que daban algo de sombra , por lo que a los 12 kms. descansamos un rato .
Al continuar encontramos una casa aislada y la vecina , que trabajaba en su jardín nos advirtió que desde ahí tendríamos una serie de toboganes . Así fué , hasta que llegamos a una carretera , dónde un cartel nos informaba que faltaban 4 kms. para llegar a Artieda, la que poco después divisamos desde la cumbre de una colina. El ascenso para llegar a la población fué algo menos exigente que el de la llegada a Arrés , pero igualmente estábamos cansados y sintiendo mucho calor, incluso faltaron señales , las que reaparecieron recién decenas de metros antes de entrar a Artieda ( como suele suceder en muchos fines de etapa) .En el transcurso de esta etapa tampoco nos encontramos con peregrinos.
Llegamos a las 14 hrs. y nos alojamos en el Albergue turístico de Artieda por 16 euros , en una pequeña habitación compartida de dos cuchetas . Al ingresar a la misma nos sorprendió encontrar a Adriana y a José Angel, que a pesar de iniciar la etapa después de nosotros , habían llegado antes. Nos informaron que habían tomado un atajo y gentilmente ( a pesar de nuestras negativas) nos cedieron las camas bajas de las cuchetas. Nos duchamos en el baño contiguo a la habitación y lavamos la ropa , tendiéndola en el balcón . Almorzamos en el restaurante del albergue , por un costo de 14 euros , un buen menú consistente en : ensalada de manzana y remolacha como primero, ternera asada y pollo asado con calabaza de segundos y mousse de chocolate de postre.
Luego de un descanso paseamos por la bonita población , caracterizada por sus casas de fachadas revestidas de rocas, con vides e higueras que crecen en estrechos espacios de tierra, con barandas que los protegen de los desniveles . Se aprecian muy bonitas vistas de las montañas circundantes.
Cenamos con Adriana y Jose Angel en la balconada del restaurante del albergue : bocadillos de tortilla de verduras y perritos calientes , todo muy sabroso y abundante. Allí brindamos y nos despedimos , ya que nosotros mañana caminaríamos hasta Undués de Lerda , mientras que Adriana y Jose Angel continuarían hasta Sangüesa .
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